Aplicar nuestros hallazgos en la salud
Así como contribuir a la educación, el proyecto ASSA se comprometió a desarrollar proyectos para apoyar más directamente la salud y el bienestar. Estos se basaron en los descubrimientos previos que sugerían que podemos aprender de la forma creativa en que la gente usa sus smartphones para la salud, como lo opuesto a las aproximaciones verticales de la salud móvil o mSalud.
Los ejemplos incluyen a Charlotte Hawkins, que ha trabajado con médicos ugandeses para asegurar financiamiento a un proyecto de tele-psiquiatría en Kampala.
Alfonso Otaegui está desarrollando un proyecto para apoyar a las “enfermeras de enlace”, quienes median entre los médicos y los pacientes en una clínica oncológica de Santiago. También está trabajando para facilitar la enseñanza del uso de smartphones a la gente mayor en Chile.
Laura Haapio-Kirk ha sido la guía de un grupo de LINE que analiza la alimentación y la dieta para gente mayor, mientras Marília Duque ha trabajado en un protocolo para monitorear dietas desde WhatsApp.
Otras intervenciones están en curso, pero fueron interrumpidas por la pandemia de Covid-19, incluido el desarrollo de sitios web con prescripciones médicas sociales en los terrenos de Irlanda. También promoverán actividades para los jubilados en el área. En Al-Quds (Jerusalén Este) hay varias iniciativas para asistir a la población palestina local a acceder a sitios de salud.
